Ya ni yo misma me soporto, odio tener que frenar un impulso iracundo, odio imaginarme a mí misma dejándome llevar por ese impulso y ver el monstruo que soy. Me odio, me odio.
¿Quién me va a querer si no me quiero ni yo? ¿Y quién me va a cuidar si no sé cómo cuidarme?
¡Estoy tan sola! Sola conmigo misma, con mi peor némesis, con mi otra mitad, con el otro polo, con mi mente maldita que siempre se vuelve en mi contra. Quiero dejar de sufrir, nececito que alguien me quiera de tal manera que me haga sentir mínimamente valiosa, que necesite verme feliz para ser feliz conmigo.
Quiero dejar de verme partida en pedacitos de colores que cambian de forma descontroladamente ante el más ínfimo factor externo, la inestabilidad me aterra.
Necesito un abrazo de verdad.
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