20.1.10

Diecisiete de enero.

Arena, arena arena: indecisión, intriga, incertidumbre (no tanta indecisión, pero van las tres íes por las dudas). Sol, algo de mar, tres caracoles claros y la inevitable tendencia a la escritura críptica en un anotador mientras el viento norte trae algo de río a la orilla.
De alguna forma tengo que acordarme de como vivir entre la sal y en mi mente solo resuena el deber de reprimir un pensamiento. "Sí, estoy bien. Estoy escribiendo.".
Maldita arena, malditos sean mis temores y el pelo que baila entre mis ojos y esto. Las circunstancias tampoco ayudan, vivo absorta, sumida en mis pensamientos, no ofrezco nada más que silencios y debería pintarme las uñas. Sí, esto no es nada más que otra oda a la catársis, pero no porque no pueda exteriorizarlo de otra forma, sino que soy presa del entumecimiento causado por la misma autorrepresión insidemyhead, mía y por mí -no sale, no sale- no debería forzarlo tampoco, mejor ocultarlo; ocultármelo a mi misma para protegerme de mi clásica mala praxis.
Una palabra y levanté la vista, reconozco que tengo miedo y no me doy un respiro teniendo el aroma de los pinos ante mis narices (sí, tengo más de una).
Anoche miré las estrellas y sonreí. sé que estoy reprimiendo algo, tengo que.
Just breathe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario