17.12.10

Kamikaze

¿Sabés cuál es el problema? Vos. 
Está bien, tengo excusas para todos: me mintieron, me usaron, terminaron siendo unos infelices, pero el que nunca dejó de darme vueltas en la cabeza sos vos y no puedo decírtelo ni demostrártelo como para que te des cuenta de una vez, porque tengo miedo de arruinarlo todo en el apuro. Por eso espero, te espero y sigo esperándote como una pelotuda más llena de paciencia y esperanza que nunca en su vida, espero el momento sin planearlo, revivo las señales recibidas (porque tengo muy buena memoria y no estoy loca), pienso en cuánto cambiaste, en cuánto cambió todo, en cómo traté de olvidarme de vos y los idiotas con los que salí o me enganché para borrarte, pero ninguno de mis intentos funcionó ya que todos tenían al menos una cosa en común con vos y aparecías de vuelta. Toqué fondo con el último, me rendí al tratar de convencerme a mí misma de algo que no sentía y finalmente caí de vuelta en la agridulce espera hasta el día de hoy.
Lo que más detesto es la forma en que no bajo los brazos aún ante tu obvio desinterés, y si no te lo digo es porque no hay nada más lindo que verte feliz.
De cerca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario